Es una película con un guion bien estructurado y una historia muy original. Resulta que un padre de familia (Hector Colomé) decide ponerle a sus hijos el nombre de los hermanos que aparecen en su película favorita, "siete novias para siete Hermanos". Aunque en realidad el numero de hermanos es 4.
El pequeño de ellos , Efraín ( Patrick Criado), decide casarse con su novia de toda la vida, Carla (Arantxa Martí). Todo el mundo, aparentemente, se opone a la boda y las extrañas "señales" que le envía el destino justo el día de la boda al joven, le harán dudar de si se debe casar o no. Todo ello sucede justo el día que España juega la final del mundial.
La historia juega un poco con el humor y los sentimientos y las interpretaciones están sublimes, sobre todo el papel que realiza Roberto Álamo de hijo con problema de deficiencia mental y Antonio de la Torre de depresivo ademas de todos los grandes actores como Quim Gutiérrez, Verónica Echegui, Miquel Fernández, etc.
Me gusta también el humor que aparece con acciones casi cotidianas y frase graciosas sin llegar a empalagar y sin llegar a un humor picante en exceso, por lo que la concierte en una película para toda la familia.
Otra cosa que hay que destacar son los homenajes que el director le ha querido dar a grandes películas del cine como "siete novias para siete hermanos" y un homenaje a "El Guateque" donde Raúl Arévalo interpreta a un camarero borracho como el de dicha película
Y por ultimo el trasfondo del partido de la final del mundial es un aliciente mas para verlo, pues se intercala la historia de la película con imágenes de aquel partido.
Puntuación: 8/10
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